​Yogacharya B. K. S. Iyengar

(Bellur, Karnataka, 14 de diciembre de 1918 - Pune, Maharashtra, 20 de agosto de 2014)

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Después de una infancia plagada de enfermedades, fue iniciado en la práctica del yoga a los 16 años por su Maestro Sri Tirumalai Krishnamacharya en Maysore. Animado por él, empezó a enseñar Yoga en Pune en 1937.

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Teniendo como base la instrucción recibida de su maestro e inspirado en los Yoga Sutras de Patañjali y otros textos clásicos del Yoga, se entregó plenamente a la práctica y la enseñanza del Yoga. Aunque las dificultades fueron innumerables, mantuvo su fe en el Yoga y, gracias al apoyo incondicional de su esposa Ramamani, desarrolló una forma de presentar las ásanas (posturas) y el pranayama (respiración yóguica) totalmente innovadora.

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Explorando y experimentando con su propia práctica, encontró la manera de enseñar yoga de forma segura y asequible para todas las personas, sin que las limitaciones físicas o psíquicas fueran obstáculo para ello.

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Esto es lo que hoy llamamos MÉTODO IYENGAR®, cuya transmisión emana desde el Ramamani Iyengar Memorial Yoga Institute (RIMYI) de Pune.

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Si las ásanas y el pranayama son los dos pilares de esta enseñanza, el alineamiento de todos los constituyentes del ser humano es su eje. Y este alineamiento, junto con la precisión meticulosa en la práctica, son las dos herramientas imprescindibles para desarrollar la intensa implicación mental que caracteriza a este método.

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El señor Krishna define el alineamiento cuando nos dice en la Bhagavad Gita:

"Tomando la plomada desde el centro de la cumbre de la cabeza que pasa por el centro de la garganta y el centro del perineo, aprende a ajustar los lados del cuerpo equidistantes a esta línea y mantenlos paralelos entre sí." - BG, VI, 13

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Con estudiadas secuencias y tiempos precisos en las posturas, iniciamos un camino de autoconocimiento que tiene como consecuencia colateral un progreso en el estado de salud que afecta a todos las envolturas que se integran en la persona (física, orgánica, mental, emocional, ética y espiritual).

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"Entendí la salud como una religión universal, el elemento fundamental

en el arte de vivir." - B. K. S. Iyengar, La esencia del Yoga VI

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Aunque el objetivo final de la práctica de Yoga va mucho más allá de la salud, solo el cultivo del cuerpo a través de la práctica de ásanas y pranayama abre la puerta al conocimiento de las capas más sutiles de la persona.